Los que me venís siguiendo desde hace tiempo sabéis que me pirra el dulce. Después de la fruta de la comida me suele apetecer un café y claro, al café hay que acompañarlo. Por eso desde que descubrí las galletas de avena todas las semanas suelo preparar una buena tanda. Y por supuesto, cada semana pruebo ingredientes nuevos, que sino aburren.
Estas galletas son facilísimas de preparar y necesitas muy pocos ingredientes para hacerlas. Después se conservan muy bien durante una semana. Pero vamos, ya te digo yo que cuando las pruebes, no te van a durar ni tres días.
Para 8 – 10 galletas de buen tamaño necesitas:
- 2 plátanos muy maduros (lo de maduros es muy importante)
- 1 taza de coco rallado
- 1/2 taza de harina de avena (puedes rallar los copos)
- 1 taza de copos de avena
- 2 cucharadas de aceite de coco (acuérdate que tienes que fundirlo primero). O bien de aceite de oliva.
- 1/2 vaso de bebida vegetal / leche

En un recipiente mezclamos todos los ingredientes secos.
En otro, hacemos lo mismo con lo ingredientes húmedos. Chafa primero el plátano y después añade el aceite de coco derretido y la bebida vegetal o leche elegida.
Pasa los ingredientes secos al bol de los humedos y remueve bien hasta crear una masa homogénea. Cuando todo esté bien impregnado dejamos reposar la masa en el frigorífico unos 30 minutos.
Tras poner a calentar el horno a 200 grados, damos forma a nuestras galletas y finalmente las horneamos a 180 grados durante 15 – 20 minutos. Si ves que las galletas se empiezan a dorar pero su textura no es aún crujiente (a mi me ha pasado 1000 veces) tapa tus galletas con papel de hornear y déjalas unos 5 – 10 minutos más.

Cuando las pruebes querrás repetir. Esta receta saludable es perfecta para los peques y no tan peques, y para cuando haya invitados en casa y quieras fardar de galletas healthy.
Anímate a probarlas !